Para preparar el falafel, debemos comenzar por los garbanzos. Es importante cocerlos para que estén tiernos y así poder triturarlos con facilidad. Una vez estén cocidos, los escurrimos y los echamos en un recipiente junto a la cebolla, el ajo y las hierbas frescas que hayamos elegido (en este caso, perejil y cilantro).
Mezclamos todos los ingredientes con ayuda de una trituradora o procesador de alimentos. El objetivo es conseguir una masa homogénea, sin grumos y fácil de manipular. Si necesitamos más líquido, podemos ir añadiendo agua poco a poco.
Cuando ya tenemos la masa de falafel, es hora de darle forma. Para ello, cogemos un poco de la mezcla con una cuchara y hacemos bolas del tamaño que queramos. Una vez tengamos todas las bolas, las aplastamos un poco para darles forma de hamburguesa o croqueta.
Es importante que sean todas del mismo tamaño para que se cocinen igual. También podemos pasarlas por pan rallado para que queden más crujientes.
Una vez tengamos los falafel formados, es hora de cocinarlos. Podemos hacerlo fritos o al horno, dependiendo de nuestras preferencias. En este caso, usaremos una sartén con aceite caliente y los freiremos hasta que estén dorados por ambos lados.
Los sacamos a un papel absorvente para quitarles el exceso de aceite y reservamos mientras preparamos las pitas.
Para preparar las pitas, lo primero que debemos hacer es cortar las verduras que queramos utilizar. En este caso, usaremos lechuga, tomate y cebolla morada.
Luego, abrimos los panes de pita y los calentamos ligeramente en una sartén con aceite. De esta forma, quedarán más suaves y fáciles de rellenar.
Una vez tengamos todo preparado, es hora de rellenar las pitas. Para ello, untamos un poco de hummus en el interior del pan y añadimos las verduras y los falafel que hayamos cocinado anteriormente.
Podemos añadir también un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal si queremos darle un toque más sabroso a nuestras pitas.
La pita vegetariana con falafel y hummus es una opción saludable, fácil de preparar y deliciosa. Perfecta para comer en cualquier momento del día, ya sea en casa o para llevar al trabajo o la universidad.
Además, podemos variar los ingredientes y las proporciones para adaptarla a nuestros gustos y necesidades nutricionales. Sin duda, una excelente alternativa a las comidas rápidas y poco saludables que encontramos en la calle.