1. Remoja los garbanzos secos en agua durante la noche.
2. Escurre y enjuaga los garbanzos y colócalos en el procesador de alimentos junto con la cebolla, el ajo, el perejil, el cilantro, el comino, la levadura en polvo, la cayena, la sal y la pimienta. Procesa hasta que todos los ingredientes estén bien combinados y la mezcla tenga una textura arenosa.
3. Con una cucharada de la mezcla, forma pequeñas bolas o hamburguesas y colócalas en un plato. Refrigera durante al menos 30 minutos.
4. Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Añade los falafels y fríelos durante 2-3 minutos por cada lado o hasta que estén dorados y crujientes.
1. En un bol mezcla el cuscús, el perejil, la menta, los tomates y la cebolla.
2. En otro bol mezcla el aceite de oliva, el jugo de limón, la sal y la pimienta.
3. Vierte la mezcla de aceite de oliva sobre la mezcla de cuscús y mezcla todo bien.
4. Refrigera durante al menos 30 minutos antes de servir.
1. En una sartén tosta las semillas de ajonjolí a fuego medio durante 3-5 minutos, revolviendo constantemente, hasta que estén doradas y fragantes.
2. Coloca las semillas de ajonjolí tostadas en el procesador de alimentos y procesa hasta que se forme una pasta suave.
3. Añade el aceite de oliva, el jugo de limón, el ajo, la sal y la pimienta y procesa hasta que todo esté bien combinado.
4. Prueba y ajusta los condimentos según sea necesario.
Sirve los falafels crujientes recién hechos con el tabulé fresco y el tahini casero. Sirve todo en pitas recién calentadas o en platos para que tus invitados puedan crear sus propias comidas a su gusto. Asegúrate de tener algunas verduras frescas como pepinos, tomates, cebollas y lechuga para completar el plato.
Este plato es perfecto para una cena rápida y fácil o para una fiesta donde hagas que todos creen sus propias pitas personalizadas. Los falafels crujientes combinados con el refrescante tabulé y el cremoso tahini casero seguramente serán un éxito con todos tus amigos y familiares. ¡Disfruta!